Esta historia, real, se contó miles de veces, pero viene a cuento una vez más. En 1981, cuando Boca compró a Diego Maradona después de cranear una estrategia muy especial, River salió inmediatamente al mercado y cerró el regreso de Mario Kempes. Era la única forma de emparejar semejante bombazo. A Maradona, le respondió con Kempes.

Boca anunció a Maradona el 20 de febrero de aquel año y River a Kempes el 12 de marzo. Apenas 20 días después.

A Mario no le fue bien en la primera parte del año, pero era el futbolista más importante de Argentina, ni más ni menos que el héroe del Mundial 78. El Pelusa empezaba a ser Diego. El resultado de esa disputa marketinera fue que Boca fue campeón del Metropolitano y River del Nacional.

Pero fue imprescindible que River saliera a contestar aquella tremenda movida. Y pudo compensar los “daños” contratando al mejor jugador argentino de entonces.

En estos tiempos, Central provocó un cimbronazo anunciando a Di María y poniéndose no sólo al tope de las negociaciones en Rosario, sino en el país entero.

¿Cómo debería responder Newell’s? Ya había jugado al anticipo con la llegada del costarricense Keylor Navas. Su rendimiento justificó con creces la contratación. Y ahora intenta acercarse con el préstamo de Darío Benedetto, un futbolista de jerarquía de muy flojo presente. El Ogro Fabbiani está convencido de recuperarlo, tratará de que se parezca a aquel de Boca entre 2016 y 2019. Menudo desafío para el DT que se puso el mercado de pases y el discurso al hombro en momentos de turbulencias preelectorales.

Siguiendo con la referencia escrita al principio. Si Di María es Maradona, ¿quién sería el Kempes con el que Newell’s podría emparejar semejante golpe de efecto?

Salvo que regrese Lisandro Martínez, otro campeón del mundo, algo casi imposible, Newell’s no tiene cómo acercarse. Por supuesto que Leo Messi superaría todo, pero es tan inverosímil su retorno al Parque como la realidad misma.

Por eso, Newell’s apuesta a una estructura apoyada en Navas, Banega y Benedetto. Hay otras contrataciones que no mueven el amperímetro, pero eso seguramente también le pasará a Central si es que se esfuman definitivamente las chances de repatriar a Alejo Véliz.

De todas maneras, siempre hay tiempo para sorpresas. Al fin y al cabo, el sigilo se ha transformado en la principal estrategia de los clubes a la hora de buscar refuerzos. Pero está claro que Newell’s intenta emparejar con nombres importantes el regreso estelar de Angelito.

Como siempre pasa, los resultados tendrán el veredicto final. Profundizarán diferencias o disimularán distancias.