El anteproyecto de ordenanza sobre la edificación de torres de hasta 120 metros de altura que envió el intendente Pablo Javkin en junio pasado al Concejo comenzó a debatirse en forma dividida en la reunión de la comisión de Planeamiento este miércoles.

El proyecto promueve la creación de una nueva normativa para construcciones de perímetro libre, donde se rescata el centro de manzana, se garantiza un 30% de terreno verde y se mejoran condiciones de iluminación y ventilación, un acceso público y superficies absorbentes que eviten inundaciones.

Es para unos 448 lotes de entre mil y cinco mil metros cuadrados, en el área central de la ciudad y el primer anillo, y ciertos corredores. Bajo esta norma se busca reemplazar el actual esquema de excepciones puntuales por un marco general que habilite nuevas alturas y densidades en terrenos hoy limitados por la zonificación histórica.

La concejala de Iniciativa Popular, María Fernanda Gigliani, destacó que la tipología de torres es beneficiosa, aunque planteó que “las torres deberían estar frente a parques y grandes avenidas, pero no en las áreas de tejido”. Luego destacó como positivo que la propuesta establezca el 30 por ciento de cobertura vegetal, a la vez que marcó que “no hay pautas al respecto de la calidad ecológica de esa vegetación o detalles escritos sobre el asunto”.

En la comisión el punto de división se dio cuando se planteó la propuesta de una audiencia pública, algo que fue planteado por la concejala Norma López al ingresar el anteproyecto al Concejo en junio pasado. Sobre esto, la edil Gigliani destacó que “el criterio de audiencia es para todos los temas trascendentes para la ciudad, como lo reclamé con la ordenanza de Nocturnidad y finalmente se realizó”.

El edil del Pro, Carlos Cardozo, expresó en contraposición que el lugar natural de discusión es la propia comisión de Planeamiento, donde pueden concurrir todos los interesados, “que están al tanto de este asunto, y los recibiremos las veces que sean necesarias. Porque el mecanismo de la audiencia otorga tres minutos de exposición y no a un debate sobre esta, y este es un proyecto urbano muy específico sobre normativas que rigen la ciudad por décadas”.

El concejal del bloque Socialista, Manuel Sciutto explicó que “los diferentes sectores que integran el Concejo van a garantizar que sectores con interés en el asunto y quieran hacer oír su voz podrán acercarse a la comisión”. 

El concejal de Ciudad Futura, Juan Monteverde coincidió con la concejala Gigliani y destacó que “esta ordenanza propone cambiar el plan urbano y hay que convocar a la ciudadanía en audiencia, que es un mecanismo ya instituido en la sociedad”. Y recordó que hay un pedido de informes de su autoría en torno a una evaluación ambiental del anteproyecto.

El presidente de la comisión, Fabrizio Fiatti, de Arriba Rosario, disintió con Monteverde respecto a la evaluación ambiental estratégica, y coincidió con la restante información requerida, como la cantidad de parcelas de 1.000 a 5.000 metros cuadrados de superficie localizadas en el área central, área de tejido uno y corredores urbanos.

Por su parte, el edil de Juntos por el Cambio, Agapito Blanco, destacó que el proyecto viene a resolver varios problemas, que luego enumeró: “A mi modo de ver el concepto de torre es muy beneficioso: no aumenta la edificabilidad, sino la altura; posibilita la accesibilidad al centro de manzana por parte de bomberos en casos de emergencias (algo que suele ser un problema para los departamentos de contrafrente); el cono de sombra sigue siendo el mismo; y al no haber medianeras, la obra no perjudica a los vecinos linderos; aparece la figura sustentable del área verde. El entorno urbano se verá enriquecido por los deslindes de la edificación”.

En otro orden de cosas, la concejala Gigliani estimó que “se podía correr el riesgo de que estas torres aumenten el valor de los lotes existentes en la zona, y generar desplazamiento de residentes o comercios tradicionales”, algo que luego fue relativizado por el edil Blanco: “El comercio va donde haya muchos vecinos, y en vez de más densificación de un área habrá más en altura. No se expulsa en un proceso de gentrificación. Esos movimientos urbanos no fueron significativos en el país desde los años 60”.