Esta semana el Concejo municipal avanzó con el proyecto de ordenanza que busca actualizar la actividad de los jardines de infantes y maternales que actualmente funcionan como si fuera comercios y no instituciones educativas. Justamente esto es lo que busca la iniciativa del edil Lucas Raspall (Arriba Rosario). El tema desnudó tensiones entre la Asociación de Jardines de Infantes Particulares de Rosario y el gremio de los docentes privados, Sadop.

Ambas instituciones celebraron la iniciativa de Raspall porque cambia la mirada que se tiene de estos establecimientos. Pero, a entender de Sadop, al proyecto le falta mantener un requisito que sí tenía la normativa de 1989: el seguimiento médico, psicológico y prontuarial de los dueños de los jardines.

Marcia Di Santo, de la Asociación de Jardines, aclaró, en contacto con Radiópolis (Radio 2) que desde esa fecha, con cada inicio del año, se presenta semejante documentación, por lo que no comprendió el pedido del sindicato. Consultado por Rosario3, el secretario general de Sadop Rosario, Martín Lucero, explicó que el pedido es, justamente, para mantener ese control que el nuevo proyecto no contemplaba en cuanto a los titulares.

Con todo, la nueva iniciativa, en discusión en el Palacio Vasallo desnudó una tensión entre la Asociación y el gremio. Di Santo criticó al gremio por tratar a los maestros jardineros como “docentes de segunda” y dejarlos afuera de las discusiones paritarias y los cursos de capacitación pese al acuerdo firmado entre ambas instituciones en 2012 en los que Sadop reconoce a los trabajadores que se desempeñan en los jardines particulares de la ciudad como docentes y en consecuencia se los encuadra en las leyes que son del sector.

Sin embargo, Lucero aseguró que esto no es así y advirtió que “hay un gran problema de trabajo no registrado”. “Quienes tratan de segunda a las docentes son las que no la registran”, señaló e indicó que, de acuerdo a la última inspección general de Afip en el marco del plan nacional de empleo no registrado de 2014, el 45 por ciento de los trabajadores de jardines particulares estaban en negro. Aunque pasaron más de diez años de esa medición, Lucero sostiene que la cifra no se modificó significativamente.

"La mayoría de los jardines tienen hermosos proyectos educativos. Estamos tratando de tener una ordenanza que cuide a las infancias, estamos tratando de ordenar esto", dijo.