Gustavo D'Andrea, el entrenador que estaba con el nadador rosarino Matías Bottoni en Buenos Aires cuando el adolescente de 17 años golpeó su cabeza involuntariamente con otro competidor durante la entrada en calor previa a una carrera y sufrió una severa lesión cervical, relató los momentos previos al accidente, sostuvo que en 35 años de profesión nunca vio “algo así” y que el mundo de la natación está “consternado” por lo ocurrido en la pileta del Parque Roca.
El profesor del club Echesortu explicó que estaba a unos 25 metros de Matías, a mitad de la pileta, cuando el chico se lanzó al agua desde el andarivel número cero, uno de los que estaba libre porque no se utiliza para las partidas.
“Estábamos por hacer la partida e involuntariamente un nadador que estaba en el andarivel de al lado se sumerge y para poder salir de la pileta, se mete por debajo del andarivel cero. Yo no lo vi y Matías, que estaba arriba del cubo de partida, tampoco”, dijo en diálogo con De 12 a 14 (El Tres).
Explicó que “Matías se larga y en el aire creo que se da cuenta, intenta esquivarlo y no puede, y cae sobre la espalda de este nadador que estaba debajo del agua o subiendo”.
“Fue un golpe tan raro que no puede decir si fue fuerte o no, en otras oportunidades hubo golpes similares y no pasó nada, pero cuando lo sacamos del agua ya no podía mover las piernas ni los brazos”, precisó sobre el accidente previo a que el adolescente compitiera en la final del Campeonato Argentino.
Rápidamente se activó el sistema de emergencias para asistir a Matías, se le colocó una tabla de inmovilización y luego fue llevado a la enfermería del complejo. Aunque el chico ya tenía buena parte del cuerpo paralizada, en todo momento estuvo consciente. El otro nadador involucrado, según contó el entrenador de Echesortu, quedó “muy dolorido y triste” por la situación.
D'Andrea explicó que la gravedad que tuvo el accidente fue atípica: “En 35 años que soy entrenador vi nunca algo así. No tengo conciencia de que haya pasado algo así a nivel internacional. Es verdaderamente un accidente, una tragedia, por eso estamos todos tan consternados. Creo que la natación a nivel mundial está consternada porque he recibido mensajes de toda parte del mundo”.
Fe en la recuperación
Los padres de Matías señalaron más temprano que el chico se fracturó "la sexta vértebra cervical” y que los pronósticos médicos no son alentadores. “Seguro tendrá daños permanentes, lo están operando para que tenga la cabeza estable, pero el daño medular es irreversible", explicó el papá ante el primer parte del cirujano. Sin embargo, D'Andrea apela a su fe y confía en el trabajo que puedan hacer los médicos y también en la fortaleza del nadador rosarino para hacer la recuperación posterior. “Mi experiencia dice que hay situaciones que se recuperan, así que yo voy a tener fe”, dijo. “Los médicos dijeron que posiblemente no vuelva a caminar y yo creo que con una buena operación y una buena recuperación, lo podamos tener en la pileta, que va a poder recuperar movilidad o la máxima movilidad. No sé si para volver a competir en convencionales, pero que tenga una vida normal”, concluyó.
