Esta semana, en la reunión del Consejo de Seguridad Interior, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, dio a conocer datos que posicionan a la Argentina como el país con el mejor índice de violencia de Latinoamérica. Lo hizo delante de buena parte de los ministros de esa cartera de todas las provincias, incluido Pablo Cococcioni, ministro de Seguridad y Justicia de la provincia de Santa Fe.
El hecho de que nuestro país haya mejorado la tasa de homicidios tiene mucho que ver con la baja de crímenes en nuestro distrito y, sobre todo, en Rosario. Pero para las autoridades provinciales no es tiempo de celebrar nada, sino de profundizar el rumbo de la política de seguridad para que no haya rebrotes y “esta relativa calma se transforme en una paz duradera”, según palabras del propio Cococcioni.
La mejoría, reflejada en los números
Según las estadísticas que Bullrich compartió en el encuentro, la provincia pasó de 11 homicidios cada 100.000 habitantes a 4,9 en apenas un año. “Hay un dato curioso y hasta un poco contradictorio emocionalmente para nosotros”, dijo Cococcioni en diálogo con Punto Medio (Radio 2). “Y es que la provincia de Santa Fe está en una tasa de homicidios similar a la que tenía hace un año la Argentina, que era de 4,8. El mejoramiento de ese índice en Santa Fe, no exclusivamente pero principalmente, ha contribuido a la baja a nivel nacional. Claro, ahora nos corrieron el arco y la media nacional está un punto más abajo: 3,8”, remarcó.
Lo que hay que mirar es dónde estaba ese indicador hace un año y medio: “Nuestra provincia tenía una tasa de 11 homicidios sobre 100.000 habitantes, que es prácticamente la de una zona de guerra. Y eso no pasaba hace tanto tiempo: fue en 2023. Por eso, si bien no podemos decir que estamos bien todavía, sí podemos admitir que estamos acercándonos a valores de relativa normalidad en comparación a otras provincias argentinas”.
Para el titular de la cartera de seguridad y justicia provincia, esta mejoría en las tasas de criminalidad puede palparse en otros síntomas más concretos: “Estamos viendo que a Rosario han vuelto los eventos de negocios, las cumbres, los congresos. Vemos la capacidad hotelera colmada otra vez. Y eso realmente sí es un motivo de enorme satisfacción para nosotros. Pero sabemos que estamos a mitad del camino. Que este es el momento donde no hay que aflojar y hay que profundizar las medidas, porque si nos relajamos corremos el riesgo de que haya un rebrote y de que los mismos que corrimos en el primer momento, quieran volver. Ahora es el momento en el que hay que estar más firme que nunca, avanzando con pasos decididos para lograr una estabilidad, una paz que sea realmente duradera”.

La colaboración con Nación, fundamental
En marzo de 2023, el ministro de Seguridad de la Nación de aquel entonces, Aníbal Fernández, soltó una frase que aún nos duele a todos los santafesinos: “Los narcos han ganado. ¿Usted cree que no? Si hace 20 años que están en esta situación. Han ganado”, soltó muy suelto de cuerpo desde Buenos Aires y ante medios capitalinos, luego del ataque que había sufrido el supermercado de la familia Messi. Aquella vez volvió a cambiar al comandante de las fuerzas federales en Rosario y a descargar culpas a los gobiernos anteriores, tanto de la nación como de la provincia.
“Hoy el nivel de coordinación que tenemos con el Ministerio de Seguridad nacional es muy importante. Realmente se ha podido primero superar ese discurso de que la cosa estaba perdida, que había que pactar con los narcos. Y digo: eso nunca más para nosotros. Ya no existe esa pelea permanentemente para ver quién gana un porotito más o menos realmente es cosa del pasado”, valoró Cococcioni.
“Podrá haber diferencia en otras cuestiones, en la pelea por recursos que la provincia Santa Fe entiende que le corresponden, por las rutas, por la cuestión tributaria, por un montón de cosas: pero seguridad es un tema en el que no hay ningún tipo de grieta, se trabaja muy coordinadamente y eso realmente lo quiero reconocer”, agregó.
El ministro contrastó lo que ocurre actualmente con el reparto y dirección de las fuerzas federales con otros momentos históricos, "cuando se pedían tantos gendarmes y venían tantos otros; el circo del primer día, con efectivos por todos lados, transformando la ciudad en un hormiguero pero al segundo o tercer día no quedaba nadie. Nosotros hace ya casi un año y medio que venimos con un comando conjunto unificado entre las fuerzas de la provincia de Santa Fe y las fuerzas federales en la ciudad Rosario que funciona con muy buena coordinación”.
“Nosotros todos los santos días recibimos, a las 7 de la mañana, el informe con el análisis de las 24 horas anteriores: hora por hora, el despliegue y los resultados de los operativos en conjunto. El informe lo recibe Federico Angelini, que tiene a su cargo la coordinación de las fuerzas federales en la provincia de Santa Fe, y lo recibimos todos nosotros, desde el gobernador hasta las áreas policiales y de seguridad pública. Y ellos ven en pantalla lo nuestro y nosotros vemos en pantalla lo de ellos: nada de escondernos patrulleros, móviles y el resultado realmente se nota y creo que se valora. Nadie acá está peleando por una una más o menos, se trabaja en conjunto y eso se puede ver”, subrayó.

Lo que viene: reforzar para sostener
Mientras el gobierno provincial encara ya la segunda mitad de su mandato con la violencia relativamente controlada pero aún no completamente domada, Cococcioni revela cuál es el objetivo para este segundo tramo de la gestión: “Empezar a pacificar no es el punto final de una política de seguridad. Esto es lo primero que teníamos que hacer para después empezar a construir políticas de seguridad con cierta estabilidad”.
“Yo no me podía poner a construir la cárcel cuando no teníamos patrulleros en las calles. Había un plano de medidas en lo inmediato que debíamos tomar. Y ahora tenemos que aprovechar esta relativa normalización (y digo relativa porque quien sufrió un delito va a decir que vivo en Narnia), para profundizar; para desmantelar a las bandas que realmente son las que, si uno no las termina de matar, pueden resurgir. Por eso hay que desmantelarlas, terminar de meter preso hasta el último y sacarles todos los bienes”.
En ese sentido, destacó las acciones que empezarán a tomar fuerza en lo inmediato: “Ya empezó a aplicarse la ley antimafia, una norma muy importante que nosotros fuimos a apoyar al Congreso; en pocos días vamos a largar la lista de los 10 prófugos más buscados con nuestra unidad de captura de alto perfil, ofreciendo fuertes recompensas; ahora vienen las obras, ahora vienen las cárceles, las estaciones policiales. Todo para que realmente se entienda que en la provincia de Santa Fe no hay lugar para la impunidad. Y todo eso es lo que de alguna manera plasma una política de estado. Es decir, son cosas que ya quedan. Lo que hacemos hoy, quizás mañana puedan cambiarlo, pero las cosas que transformamos y que quedan van a marcar los años venideros en la seguridad pública”.
Y concluyó: “El modelo de lo que se hizo en Rosario, el policiamiento preventivo basado en información y análisis criminal, las medidas adoptadas en el servicio penitenciario, la reconstrucción de la relación entre la fiscalía y la policía de investigaciones, todo eso empieza a mostrar sus primeros resultados. Por supuesto, aún faltan cosas estructurales, que son las que nos van a permitir que esta relativa tranquilidad, que uno todavía anda mirando de reojo, pase a ser la normalidad”.