Áspera, tensa, trabada y con un contratiempo inesperado. Así comenzó la Convención Constituyente que en los próximos dos meses tiene la misión de reescribir y modernizar la Constitución santafesina después de 63 años. Los convencionales llegaron a este histórico momento sin siquiera haber acordado el reglamento de funcionamiento. Pero finalmente pudieron hacerlo después de una jornada larguísima, con dos cuartos intermedios de varias horas que se usaron para llegar a los consensos mínimos para poder comenzar el trabajo de fondo, sobre los contenidos de la Carta Magna.

Eran casi a las 9 de la noche cuando los convencionales votaron por unanimidad, en general, el reglamento. Hubo disidencias -fundamentalmente de La Libertad Avanza y de Somos Vida y Libertad, aunque también de convencionales del peronismo- en un par de puntos. Las principales: la aprobación de los artículos de la nueva Constitución por mayoría simple y la posibilidad de que el presidente del cuerpo tenga doble voto, aunque con una instancia de revisión en el medio, en caso de empate.

El tema de las mayorías necesarias para aprobar los cambios en la Constitución santafesina se discutió durante todo el día. El oficialismo impuso el criterio de la mayoría simple, mientras que la oposición reclamaba primero que fuera con al menos dos tercios. Se barajó una posibilidad intermedia: la mayoría absoluta, es decir la mitad más uno de los integrantes del cuerpo. El quórum quedó establecido en 36 convencionales.

"Habemus reglamento", celebró uno de los conductores del bloque de Unidos, Fabián Bastía, cuando al fin llegó la fumata blanca. El ministro de Gobierno también propuso que se defina desde ya tomar los 20 días de prórroga que permite la ley de necesidad de la reforma, con lo cual la Convención tendrá una duración de 60 días.

Contratiempo inesperado

 

Esos desacuerdos demoraron el inicio de la sesión, originalmente prevista para las 10 de la mañana. Pero además hubo otro ingrediente que complicó las cosas: Alejandra Locomotora Oliveras, convencional por el Frente de la Esperanza, tuvo un ACV y debió ser internada en el Hospital Cullen de Santa Fe, donde permanecía en terapia intensiva con pronóstico reservado. Entre una cosa y otra, recién a las 11.45 estuvieron 68 de los 69 convencionales sentados en sus bancas.

A propósito del cuadro de salud de Oliveras, cómo resolver esa cuestión para avanzar con la reforma también fue un tema de discusión: si se cubre la vacante o esperan su recuperación, algo que le demandará mucho tiempo. Con la ausencia de la Locomotora, el tire y afloje por el doble voto o no del presidente adquiere otro significado porque sin ella Unidos pierde la mayoría que supuestamente tenía con el respaldo de los tres convencionales del Frente para la Esperanza.

Tensión desde el inicio

 

La tensión entre el oficialismo y oposición, alimentada por la falta de acuerdo en las negociaciones previas que se estiraron sin resolución hasta más no poder, se notó en el ingreso de los convencionales a la Legislatura, cerca de las 9 de la mañana. Allí, cada uno se ciñó a su librito. El gobernador Maximiliano Pullaro, con entusiasmo, dijo que esta nueva Constitución será del consenso y "del pueblo de la invencible provincia de Santa Fe". Juan Monteverde que el oficialismo "quiere imponer su mayoría" y que así lo que terminará saliendo no es una Carta Magna del conjunto sino de Unidos, lo que "va a separar aún más a la gente de la política". El libertario Nicolás Mayoraz avisó que insistirá con eliminar el Senado aunque eso no esté incluido en la ley de necesidad de la reforma y reclamó que todos los artículos se deben aprobar por los dos tercios de los votos. Amalia Granata sostuvo el gobierno provincial está convirtiendo este proceso en "un circo" con el único objetivo de conseguir la reelección del actual mandatario. 

Ese espíritu confrontativo de la oposición se profundizó en el recinto, aunque con un silencio que acaso evidencie quiénes pueden ser más proclives a sellar acuerdos con el oficialismo durante el tratamiento de los temas: el de los senadores justicialistas que comparten espacio con Juan Monteverde en Más para Santa Fe, un bloque que se sostiene en una alianza que muestra algunos signos de fragilidad -las diferencias se confirmaron cuando la bancada se partió a la hora de votar en particular el reglamento- , y Activemos, el sector del senador nacional Marcelo Lewandowski.

El tono crítico de Monteverde y La Libertad Avanza, obviamente con posturas y motivos distintos, no los llevó al límite de patear el tablero como a Amalia Granata, que durante la tarde hasta amagó con retirarse con su bloque de la Convención. Muy por el contrario, tanto Más para Santa Fe como los mileístas se integraron a la conducción del cuerpo, que quedó conformada de la siguiente manera: el radical Felipe Michlig como presidente, el peronista Diego Giuliano como vicepresidente primero, el libertario Marcos Peyrano como vice segundo y la socialista Daiana Gallo Ambrosis como vice tercera.

Este último lugar podría haber sido para Somos Vida y Libeertad, pero quedó claro que la estrategia de Granata era llevar las cosas casi a un terreno de ruptura, al punto que no solo no votó a Michlig sino que además lo denunció por corrupción y por ampararse en los fueros para no ser juzgado por supuestas irregularidades de cuando fue jefe comunal de Ambrosetti.

En el recinto de la Cámara de Diputados provincial, el senador radical fue defendido por Lucía Masneri, que llevó la documentación que demuestra que fue sobreseído en esa causa y el propio Michlig respondió luego de la sesión: "Estoy con toda la tranquilidad. Pero por sobre todo acá hay dos posiciones: están aquellos que vienen a hacer show y a encarajinar la cuestión tratando de que no salga la reforma de la Constitución, y estamos la inmensa mayoría que queremos la mejor Constitución, la más moderna para los santafesinos y que vamos a trabajar para ello".

Pero no fue ese el único momento en que Granata mostró su voluntad de convertirse en la opositora más estridente. La mediática volvió a impugnar a la ahora convaleciente Oliveras como convencional y también cuestionó, al igual que su compañero de bloque Emiliano Peralta, que Pullaro haya pronunciado un discurso en el inicio de la sesión. 

"Iniciamos esta Convención Reformadora con el desafío de honrar la tradición federal, humana y democrática de Santa Fe. Nos toca estar a la altura de ese legado que nos hizo una provincia invencible y a la altura de una sociedad pujante. Entendemos que reformar no es un gesto técnico, es un acto político y cultural, un momento fundacional que expresa qué sociedad queremos ser", sostuvo Pullaro al abrir la histórica reunión.

Hay que mirar al futuro, no detenernos en cuestiones menores, en chicanas, y espero que sea una Convención donde no haya agravios, donde nos respetemos y el pensamiento y la palabra del otro, y demostremos que en Santa Fe somos diferentes. A veces vemos en el orden nacional que se dicen cosas irreconciliables y no queremos eso para nuestra provincia. Y si a uno lo agreden pondremos la otra mejilla y seguiremos adelante”, agregó el mandatario provincial. 

La idea de que Unidos busca imponer su mayoría sin negociar sino imponer sobrevoló también las intervenciones de los dos convencionales más críticos de Más para Santa Fe: Monteverde y Lucila De Ponti.

Habla Monteverde, Pullaro lo mira fijo a los ojos.

Mientras la diputada provincial acusó al oficialismo de partidizar la Convención al permitirle a Pullaro jurar por la memoria de Raúl Alfonsín cuando que a ella le dijeron que no podía hacerlo por Juan Domingo y Eva Perón -cosa que finalmente concretó-, Monteverde, antes del primer cuarto intermedio, pronunció un encendido discurso en el que sostuvo que el gobernador solo busca la reelección. "Como ya la consiguió", se adelantó, le pidió que "ceda en todo el resto" para que ahora los otros sectores puedan hacer su aporte a la reforma y "esta Constitución tenga la legitimidad del ciento por ciento de la ciudadanía y no del 30 por ciento que lo votó".

Pullaro, sentado exactamente adelante de él, lo miraba fijamente, en uno de los momentos más llamativos y potentes de la jornada. El gobernador, que durante los cuartos intermedios volvío a la Casa Gris y a pesar de las críticas que escuchó nunca perdió el buen humor, le hizo un gesto con la palma de la mano derecha hacia arriba cuando el concejal rosarino habló del respaldo electoral que había obtenido: tengo más votos, fue el mensaje.

El tono confrontativo de la diputada y el líder de Ciudad Futura no era compartido por la mayoría de los integrantes del bloque Más para Santa Fe, que no hablaron y que parecen mucho más dispuestos a negociar con el oficialismo.

Las comisiones

Otro asunto en el que esto quedó en evidencia fue en la distribución de los espacios de poder dentro de la Convención. Monteverde peleó con uñas y dientes la presidencia de la comisión de Autonomía y Régimen Municipal, un lugar estratégico para alguien que, como él, pretende ser candidato a intendente en 2027. Pero Unidos no cedió, los senadores tampoco se plantaron en apoyo al edil, y finalmente le ofrecieron la de Derechos y Garantías. 

No ocupará ninguna de las dos. Más para Santa Fe aceptó la presidencia de la de Derechos y Garantías, aunque faltaba definir el nombre para encabezarla, y se quedará también con la vicepresidencia de la de Autonomía, cuya presidenta será la concejala de Reconquista Katia Passarino. 

Si bien en un principio el acuerdo era que esta comisión estratégica -Autonomía- funcione íntegramente en Rosario, aparecieron divergencias al respecto, que se van a resolver en la sesión del miércoles pero en principio la sede de la comisión sería en la capital de la provincia con posibilidades de realizar algunas reuniones en Rosario.

La distribución de espacios en las comisiones también pudo definirse durante la tarde y el miércoles, en otra sesión plenaria, se pondrán los nombres propios. La Libertad Avanza presidirá la de Poderes y Reglamento, en tanto el socialista Joaquín Blanco, un dirigente que fue clave en la elaboración de la ley de necesidad de la reforma constitucional, la estratégica comisión redactora.  

Unidos presidirá también la comisión sobre los poderes Ejecutivo y Legislativo -con los radicales Rodrigo Borla o Esteban Motta-, la que se ocupará de los temas relativos al Poder Judicial -a cargo del también radical Lisandro Enrico- y la de Funcionamiento del Estado, que será encabezada por la diputada nacional del PRO Germana Figueroa Casas.

Las comisiones serán el ámbito de trabajo de la primera parte del proceso, pues allí se concentrará la reescritura de los diferentes capítulos del texto constitucional. Una vez que baje la espuma de esta sesión inaugural allí habrá que poner el foco. Las reuniones plenarias, en todo caso, tendrán protagonismo en la etapa el final, cuando haya que aprobar los dictámenes temáticos para conformar el nuevo cuerpo de la Carta Magna.  

Sí, fue tensa, de mucha confrontación y encima accidentada la apertura de la Convención. Con todo, el cuerpo ya tiene reglamento, el proceso histórico ya está en marcha y en los próximos días comenzará el trabajo concreto sobre los artículos y temas a reformar e incorporar en la Constitución santafesina.

"Vamos a tener que ordenar esto, si no va a ser imposible que lo saquemos adelante", reconoció una voz del oficialismo ante Rosario3, durante uno de los cuartos intermedios. A las 21.35, después de idas, vueltas y tironeos varios, se bajó el telón de la primera sesión de la Convención y pareció que eso, finalmente, fue lo que pasó: el caos había terminado.