A las 11 de este viernes y tal como estaba previsto, el presidente Javier Mieli encabezó, lejos de Rosario, el acto nacional por el Día de la Bandera en el Campo Argentino de Polo en el barrio porteño de Palermo. 

Luego de la bendición y la tradicional jura a la bandera de todas las Fuerzas Armadas, el primer mandatario dio un discurso que comenzó con agradecimientos y felicitaciones a cadetes, aspirantes y soldados voluntarios por “la valiente decisión” de ponerse al servicio de la Patria. Además, extendió sus palabras a familiares e instructores que "acompañaron" el camino.

"Jurar la bandera no es una mera formalidad, es un compromiso tan grande como su propia vida, la cual deberán estar dispuestos a dejar si la patria lo demanda”, señaló Milei y agregó: “Durante años la política usó a las Fuerzas Armadas como un chivo expiatorio para justificar la reducción del gasto en Defensa”.

Acompañaron al presidente, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el ministro de Defensa, Luis Petri; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, el titular de la cartera de Justicia, Mariano Cúneo Libarona; el ministro de Salud, Mario Lugones, y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos.

Además, Milei apuntó que "se llenaron la boca hablando de soberanía como si la soberanía fuera a agrandar el Estado como un fin en sí mismo". Antes de cerrar su corto discurso, señaló "la relación entre los argentinos y sus protectores deberá mantenerse inmaculada". Y se retiró al grito de: "Viva la patria".