Una joven de 25 años llamada Ailén Espíndola fue asesinada de cuatro balazos en el interior de su casa ubicada en Nuevo Alberdi Oeste, en la periferia de la zona norte de Rosario. La víctima vivía junto a tres hijos pequeños y el sindicado agresor, su ex pareja, quien se encuentra detenido, le recriminaba haberse separado.

El caso de femicidio se conoció a las 22 cuando vecinos reportaron disparos en la zona de Bouchard al 3800, prácticamente donde finaliza el ejido urbano y despuntan terrenos con unas pocas viviendas precarias y hornos de ladrillos.

Las averiguaciones policiales indican que Ailén vivía sola con sus tres hijos menores, que se había separado de Nicolás y que recientemente había conseguido trabajo en Funes, una situación su ex no aprobaba, por lo que era usual que este se presentara en la finca ejerciendo violencia.

Según voceros del caso, el viernes a las 22 Nicolás se presentó en la casa de Ailén y comenzó a discutir y en ese contexto sacó una pistola calibre .22 y le disparó, quitándole la vida a la madre de sus hijos. Luego, se retiró llevándose el arma.

La madre de Ailén se enteró de la tremenda noticia porque una de sus nietas, de 9 años, se acercó hasta su domicilio y le dijo “papá mató a mamá”, según confió una fuente del caso.

Más tarde la policía daría cuenta de cuatro vainas servidas en la escena del crimen, el patio de la casa. En un principio, surgió la versión de que el disparo fatal se habría realizado con una escopeta, pero la versión perdió fuerza. La Policía buscaba el arma homicida.

Ailén tenía tres orificios de bala en el torso y una cuarta herida en el parietal derecho, según el dictamen del médico de policía.

En los primeros momentos la Policía tuvo dificultades en identificar al agresor, puesto que sería un hombre indocumentado que usaba tanto los apellidos de su madre (García) o su padre (Álvarez).

A las 6 de la mañana se reportó la detención de Nicolás en El Jilguero y Los Talas, en el marco de una identificación callejera en Cabín 9.

Ya demorado en la Subcomisaría 18ª, el sospechoso habría confesado haber sido el autor del crimen de Ailén, aunque esa confesión no posee valor judicial. El caso de femicidio quedó a cargo de la fiscal María de los Ángeles Granato.