La natación argentina, su familia y amigos viven un momento angustiante por el estado de salud de Matías Bottoni (17 años), el nadador rosarino que el sábado pasado sufrió una grave lesión medular que podría impedirle volver a competir e incluso caminar o moverse por sus propios medios. El adolescente se inició en Gimnasia y Esgrima, pero hace unos seis años decidió pasar a Echesortu, uno de los clubes de la ciudad con mayor trayectoria en la disciplina. Soñaba con clasificar al Sudamericano juvenil de este año, pero el accidente ocurrido en el Parque Roca de Buenos Aires durante el Campeonato Argentino cambió su vida por completo.
“Mati nadaba en Gimnasia y Esgrima de Rosario. Era chiquitito y por la proximidad de donde vivían sus padres con Echesortu, se pasó a nadar con nosotros. Instantáneamente, entra en el equipo de federados y hará seis años que está nadando conmigo. Desde los 11, 12 años porque fue en la categoría menor y ahora es juvenil”, contó su entrenador, Gustavo D'Andrea, en diálogo con Rosario3, todavía envuelto en una profunda conmoción por lo sucedido.
Matías, el hijo mayor de una pareja de odontólogos y hermano de Ignacio, de 11 años, empezó a nadar porque su papá, Luciano, fue nadador federado. “Todos los que fuimos nadadores queremos que nuestros hijos, por lo menos, sepan los cuatro estilos. Después, si se meten a competir o no, es otra cosa”, cuenta D'Andrea. Sin embargo, cuando se sumó al club de San Nicolás al 1300, frente a la plaza Buratovich, ya venía de competir en GER.
Iba al colegio Dante Alighieri y en febrero de este año hizo el famoso viaje de egresados a Italia con sus compañeros, pero había decidido pasarse a una modalidad de escuela virtual que es para deportistas de alto rendimiento. “Para de esa forma poder entrenar a doble turno, o sea que este año su objetivo era ver la posibilidad de clasificarse al Sudamericano juvenil”, reveló su entrenador, que tiene más de 35 años de experiencia en la natación.
Dedicarse a la natación
La incipiente carrera del joven nadador rosarino lo tenía también como parte de la preselección argentina juvenil. “Estaba dentro de un plan de natación juvenil a nivel nacional. El año pasado participó de un torneo en Brasil y la idea era buscar la posibilidad de entrar al Sudamericano juvenil. Es más, al torneo este de mayores fuimos a entrenar y probar, a ver cómo estábamos porque dentro de un mes es el torneo del selectivo para el Sudamericano”, explicó. Si bien con las marcas en el Campeonato Argentino no se habían acercado al registro que necesitaban, sobre todo porque el chico estuvo un mes sin entrenar por el viaje a Italia con la Dante, su entrenador consideró que dentro de un tiempo iban a tener chances de alcanzarlo. El año pasado, fue subcampeón nacional en juveniles. Más allá de ser un deportista en ascenso, su entrenador también destacó la personalidad de Matías. “Es un nadador excelente y una persona excelente. Es un chico totalmente educado, muy estructurado, metódico, sin ningún tipo de vicio, creo que tiene hasta uno de los mejores promedios en la escuela", mencionó. Y agregó: "O sea, él se entrena en doble turno, va al gimnasio dos veces por semana, va a la escuela, está dentro del equipo del club. Es saludable, es una persona extraordinaria, de esas personas que hacen todo bien, no te puedo decir que es perfecta porque nadie es perfecto". D'Andrea, que estaba presente en la pileta del Parque Roca cuando ocurrió el accidente, lo definió como “muy tenaz” pese a no tener “unas condiciones físicas terribles” como otros deportistas de su edad. “Todo lo que logró fue a través del esfuerzo y es querido por todos. Fuimos 17 o 18 nadadores a Buenos Aires en representación de Echesortu”, dijo. Bottoni es parte del seleccionado de natación rosarino y participó en los torneos Promesas del Cono Sur y en los nacionales de su categoría y mayor. El día del accidente, Matías había ingresado en la final de los 200 metros mariposa, una de sus especialidades, además de los 200 y 400 combinados. La presidenta de la Federación Rosarina de Natación, Mónica Brochero, también destacó la perseverancia del chico rosarino para abrirse paso en el agua. "Un deportista de proyección. Un luchador, un pibe que nunca tira la toalla", declaró a comienzos de esta semana en El Tres. Matías fue sometido a una compleja cirugía de cuatro horas en el Hospital Italiano de Buenos Aires a raíz de la fractura de una vértebra cervical. Aunque sigue en terpia intensiva, en las últimas horas los médicos empezaron a retirarle el apoyo respiratorio y esperan que pueda pasar a una sala de terapia intermedia. "Ya respira por sus propios medios, aunque tienen que sedarlo porque se quiere sacar todo, y por el tubo está con mocos y se ahoga", contó Valeria, la mamá del deportista. "Esta fue la primera operación, el camino a recorrer es muy largo y tenemos esperanzas de que pueda mover los brazos, pero el médico no nos dio esperanzas de los miembros inferiores. La primera noche, el parte de Mati fue crítico y en dos oportunidades casi se va. Desde el Fleni (clínica especializada en rehabilitación y neurología) cuando vieron la lesión, la neurocirujana dijo que hacía tiempo no veía una lesión tan impactante", relató su padre en Radio 2. Su entrenador, D'Andrea, dijo que en este momento "no importa la parte deportiva" y señaló que lo más relevante es la recuperación de Matías para que pueda tener una vida "lo más normal" posible. "Que recupere el movimiento de brazos y piernas como para poder utilizar una silla de ruedas", expresó. Matías atraviesa las primeras horas posteriores al trágico accidente y a una primera operación que podrían ser varias, de acuerdo al diagnóstico de los médicos. Sus padres, Luciano y Valeria, hablaron además de una recuperación de alrededor de dos años. Mientras tanto, la natación argentina, el club Echesortu y Rosario se unen para mandarle fuerzas a ese "tenaz y esforzado" nadador que hoy afronta su carrera más difícil.
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