El cura argentino Gabriel Romanelli, quien resultó herido en el reciente ataque israelí contra la única iglesia católica en Gaza, aseguró que no se trató de un error, como sostuvo el Ejército de Israel. Según relató, el bombardeo fue un “impacto directo” que provocó la muerte de tres personas y dejó a otras dos gravemente heridas.
“Dicen que fue un error, pero impactó en el frente del templo, un templo de piedra. Fue un impacto directo, con esquirlas y heridos por esquirlas todo el tiempo. Esto fue una explosión y se ve claramente”, afirmó Romanelli, refutando la versión oficial israelí.
El ataque tuvo lugar el jueves contra la Iglesia de la Sagrada Familia, ubicada en el norte de la Franja de Gaza, según confirmó el Patriarcado Latino de Jerusalén. El padre Romanelli resultó herido, aunque aclaró que su estado no reviste gravedad: “Yo estoy bien, lo de la pierna fue una infección menor”.
En su testimonio, el párroco describió el momento del ataque: “Había terminado en mi despacho una reunión. Me acerqué a tomar mate con otra joven que nos vino a ayudar y se escuchó la explosión”.
También explicó que, afortunadamente, había menos personas dentro del templo en ese momento: “Yo pedía que se pusieran a reparo por los bombardeos, pero hace mucho calor y a veces es difícil que los niños se queden adentro”.
La iglesia, que forma parte del Patriarcado Latino de Jerusalén, se había convertido en un refugio para los civiles desplazados por la guerra.
Días atrás, el gobierno nacional manifestó su profunda preocupación ante el bombardeo. A través de un comunicado oficial, la Cancillería —encabezada por Gerardo Werthein— expresó: "La República Argentina manifiesta su seria preocupación por los hechos ocurridos en la Iglesia Católica de la Sagrada Familia, en Gaza, donde resultó herido el padre Gabriel Romanelli, ciudadano argentino y párroco de esa comunidad".