La Policía de Santa Fe detuvo en Rosario a Rodrigo Chavarría, más conocido como el Rey de las estafas, un hombre buscado por la Justicia quien se hacía pasar como gendarme, entre otras ocupaciones y profesiones. Fue capturado luego de que su mujer lo denunciara por violencia de género y en el marco de su identificación, se conoció que realmente era un prófugo. 

Fuentes oficiales informaron este sábado, que a las 5.35 intervinieron ante la presencia de un hombre que se presentó en el hospital Italiano de calle San Juan al 3000, a amenazar con un arma de fuego a una mujer, identificada como Rosalía P, quien declaró que se trataba de su pareja, de nombre Emanuel. Según apuntó, el hombre la mantenía retenida en su hogar de Paysandu al 400 y que logró convencerlo para que la lleve al hospital con la excusa de que le dolía el estómago.

Una vez en el centro médico, solicitó ayuda y personal de seguridad se comunicó vía telefónica con el 911, dando cuenta de lo sucedido, informando que el hombre sería empleado de Gendarmería Nacional y se habría retirado del lugar en un automóvil de Uber con dirección a calle Paysandu al 400. 

De acuerdo a la versión policial, agentes fueron hasta el domicilio y allí los recibió el hombre, quien dijo llamarse Adrián Walter Vilte. En el lugar, hallaron una réplica de arma de fuego. En tanto, la mujer desde el hospital, lo denunció penalmente por lo sucedido y su pareja fue trasladada a la comisaría 10°.

Pasadas las tres de la tarde, se comunican de Dactiloscopia para advertir que el hombre detenido no se encontraba en el sistema, pero que en el sistema Afis, se encuentra identificado como Chavarria Emanuel Rodrigo. Además, confirman que utiliza distintos nombres y apellidos. Pesa sobre él, 3 pedidos de paraderos y 2 de captura vigentes. 

Desde Fiscalia se ordena que se formule causa por amenaza calificada por uso de arma de fuego y que quede detenido. 

De acuerdo a lo publicado en un informe del diario La Nación, Chavarría salió de la cárcel en 2019 después que lo sentenciaran a tres años y ocho meses de prisión por estafar a un grupo de comerciantes de San Nicolás y de Ramallo. Se hizo conocido por armar una causa falsa contra un concejal en Salta, tuvo procesos en esa provincia, Tucumán y en Buenos Aires. En 2021, fue detenido en Avellaneda, cuando se hacía pasar por médico del Hospital Austral y quiso sobornar a los policías que lo apresaron.

Antes que lo detuvieran en Avellaneda, una comerciante de San Nicolás lo habría denunciado porque se hizo pasar por un efectivo de Gendarmería y le transfirió $ 1.000.000 para comprar un camión. Dicha operación nunca se concretó. Chavarría fue investigado por este hecho, ocurrido en enero de 2020, pero no llegó a ser procesado por el engaño denunciado por una damnificada.

Durante su carrera delictiva, se hizo pasar por el gendarme Juan González, el médico de la Gendarmería Rodrigo Sokolowsky, el oficial Humberto Enrique Camejo o el analista de sistemas Walter Vilte.

Cuando lo apresaron la última vez, en la comisaría de Villa Barceló, en Avellaneda, se presentaba como Rodrigo Emanuel Phiser Sokolowzky, de profesión médico cirujano. Al comprobar que sus amenazas de denunciar a los policías que lo apresaron no tendrían efecto, el acusado los invitó a que lo llevaran a su departamento, en Puerto Madero, donde tenía guardado $ 1.000.000 y les entregaría $ 100.000 a cada uno, a cambio que lo dejaran escapar.

El falso médico fue apresado cuando llegó a la casa de su novia, quince años menor que el imputado. La mujer lo había denunciado por violencia de género. Al comprobar que no era médico y ante el intento de soborno contra los policías, Chavaría sumó más acusaciones en su contra.

Después de indagarlo, la fiscal Soledad Garibaldi solicitó al magistrado de Garantías de Avellaneda que convirtiera en detención la aprehensión de urgencia de Chavarría, quien quedó preso, acusado de lesiones leves cometidas en el contexto de violencia de género, resistencia a la autoridad, dádivas y usurpación de títulos y honores. Así, el estafador de las mil caras volvió a quedar detenido.

Su primer mal paso

Siempre de acuerdo a La Nación, en 2003, cuando era adolescente, fue conocido en esa provincia de Salta como José C. Así identificó la Justicia al chico que denunció ser víctima de un delito cometido por el concejal del Partido Justicialista, Guillermo Capellán. A pesar que el edil manifestó que era inocente estuvo 60 días preso y fue destituido.

Dos años después, cuando José C. dejó de ser adolescente y se convirtió en mayor, quedó al descubierto que no fue víctima de ningún delito y formó parte de una causa armada para lograr la destitución del concejal Capellán.