El secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, advirtió a Irán que no se busca la guerra tras su bombardeo de la pasada noche contra instalaciones iraníes, aunque actuará “con rapidez y decisión” si ve sus intereses amenazados en caso de represalias de Teherán.
Washington bombardeó el sábado las tres principales instalaciones del programa nuclear iraní, sumándose a la escalada bélica con Israel, mientras que el presidente, Donald Trump, amenazó al régimen de Teherán con más ataques si “la paz no llega rápido”.
La operación, según el líder del Pentágono, no tuvo como objetivo a las tropas iraníes ni al pueblo iraní, y explicó: "Trump ha declarado desde hace más de 10 años que Irán no debe obtener un arma nuclear, y punto final. Gracias a su liderazgo audaz y visionario y a su compromiso con la paz a través de la fuerza, las ambiciones nucleares de Irán han sido destruidas”.
Según Hegseth, el plan “llevó meses de posicionamiento y preparación para atacar en cuanto Trump diera la orden", y presumió que todos los ataques alcanzaron los objetivos buscados. “La evaluación de los daños provocados sigue en curso, pero nuestro análisis inicial es que toda nuestra munición de precisión impactó donde queríamos que impactara y tuvo el efecto deseado”, finalizó.