En un contexto de cambio en las políticas de comercio exterior, la firma Distribuidora Italia, con sede en Armstrong, se convirtió en la primera empresa del país en importar maquinaria agrícola usada de manera legal tras la derogación del Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU), que durante años bloqueó este tipo de operaciones.
“Era algo que teníamos pendiente hace años. Hoy es una realidad”, aseguró Franco Bosso, presidente de la compañía, en diálogo con Ecos365. Con más de 12 años de trayectoria en la provisión y recondicionamiento de maquinaria agrícola, la empresa dio un paso clave apenas se habilitó el nuevo marco normativo.
La primera máquina ingresó en diciembre y ya fue reacondicionada. “Apenas se abrió la posibilidad, iniciamos los trámites y conseguimos la habilitación. Ya tenemos cuatro más en camino”, detalló Bosso. Las unidades (sembradoras, cosechadoras y pulverizadoras) provienen de Estados Unidos, país en el que la empresa consolidó una red de proveedores confiables.

El modelo de negocios de Distribuidora Italia se basa en la importación, verificación técnica, reacondicionamiento y comercialización con garantía local. “No solo traemos máquinas para venderlas acá, también asesoramos al productor si encuentra algo en internet. Verificamos su condición en origen y la importamos con respaldo”, agregó Bosso.
El diferencial de precio también juega a favor: aunque la nacionalización puede sumar entre un 25% y un 60% al valor de origen, la maquinaria usada importada sigue siendo competitiva.
“Hoy puede haber hasta un 30% de diferencia a favor frente al mercado local. Pero más allá del precio, lo importante es que se amplía la variedad y se eleva el estándar”, explicaron desde la compañía santafesina.

Consultado sobre el impacto que esto podría tener en la industria nacional, Bosso fue claro: “Nosotros también somos industria nacional. Empleamos a 35 personas en el parque industrial de Armstrong. La industria local tiene mucho para ofrecer, sobre todo en soluciones pensadas para el productor argentino, pero también es sano que haya opciones y diversidad de productos”.
Esta nueva línea de trabajo no es improvisada. La empresa ya venía desarrollando este modelo en Uruguay, donde opera desde hace años en un entorno normativo más flexible. Esa experiencia ahora se capitaliza en el mercado argentino, con foco en brindar al productor tecnología confiable, soporte técnico y acceso directo a soluciones que antes estaban fuera de su alcance.
Comentarios