Una rara alineación de factores globales y locales le dio un respiro a la economía argentina esta semana. El anuncio de un acuerdo parcial entre Estados Unidos y China, los resultados electorales sin sorpresas en provincias clave y un IPC porteño sorprendentemente bajo provocaron una mejora en los mercados. Pero bajo la superficie, la fragilidad continúa.
Pax comercial: menos aranceles, más optimismo
En Ginebra, representantes de Washington y Pekín acordaron una reducción significativa de aranceles: del 145% al 30% para importaciones chinas a EE.UU. y al 10% para productos estadounidenses hacia China. Aunque algunos lo leyeron como una "retirada táctica" de Trump, la señal fue clara: la guerra comercial se descomprime.
El resultado fue inmediato: las bolsas internacionales celebraron. El Dow Jones subió 2,8%, el S&P 500 ganó 3,3% y el Nasdaq trepó 4,4%. En América Latina, también subieron las bolsas. Pero Buenos Aires se robó la escena: el Merval trepó 5,5% y los ADR argentinos en Nueva York también registraron subas destacadas.
Inflación bajo control… por ahora
En Argentina, el IPC de CABA fue de 2,3% en abril, contra 3,2% de marzo, y algunos estudios privados muestran una inflación mensual en mayo inferior al 2%. Rosario confirmó la misma tendencia, según un relevamiento entre los supermercadistas locales. El descongelamiento del cepo no desató los precios, lo que lleva a economistas como Orlando Ferreres a advertir: "Este dólar no seduce a los exportadores".
El dólar cae, pero las reservas también
El dólar oficial cerró en $1.155,53, el blue bajó a $1.170, el MEP cotizó a $1.142,21 y el CCL a $1.154,57. Sin embargo, el BCRA perdió US$ 55 millones en reservas, mostrando que la pax cambiaria no trae todavía más dólares.
El miércoles se conocerá el IPC nacional del Indec (se espera cerca del 3%) y habrá una nueva licitación de deuda en pesos, tras seis llamados fallidos. El mercado espera con atención si los Lecap, Boncap, Boncer y Tamar logran cubrir los $8 billones en vencimientos.
Fitch mejora la nota
La calificadora Fitch Ratings elevó la nota de Argentina de CCC- a CCC+, empujando una suba de 1,1% en los bonos soberanos. El riesgo país se mantuvo en 678 puntos, pese a una caída en la base de comparación de bonos estadounidenses, abandonados por inversores que regresaron a activos de riesgo.
Soja firme, autos frenados
En Rosario, los granos acompañaron el optimismo: la soja y el trigo subieron, mientras que el sorgo cayó. En Chicago también hubo subas, con una mejora del 1,6% en el petróleo. En cambio, los metales preciosos y las criptomonedas (Bitcoin -1,2%) retrocedieron, reflejando un mayor apetito por riesgo.
Pero no todo es euforia: General Motors anunció la suspensión de su producción en la planta de Alvear para junio, debido a la caída de exportaciones hacia Brasil. La postal de la industria sigue siendo de estrés. Y así podrían bajo ese esquema otras fábricas que no logran levantar cabeza, y en medio de una negociación paritaria que se encuentra bajo conciliación obligatoria.
Inversión en biofertilizantes
En el otro extremo, una empresa, con base en Cañada de Gómez, anunció una inversión de u$s2 millones para ampliar su planta de biofertilizantes, sumando 1.500 m² de almacenamiento. Una señal tímida, pero concreta, de movimiento inversor en el interior productivo.
Conclusión: la economía argentina parece estar en modo bipolar. Mientras los mercados sonríen, las reservas se evaporan, las fábricas frenan y los exportadores siguen sin motivación. La tregua global ayuda, pero el viento de cola necesita dirección firme. ¿Será esta vez distinta?
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